Un “fraude” del voto de 36 millones de mexicanos convirtió a Claudia en nuestra primera presidenta

Sigue Xóchitl Gálvez y su banda de pillos amachados de que hubo fraude electoral en la contienda por la presidencia de México y les robaron la elección. Se las robaron por más de 36 millones de votos. Protestan lo que antes ellos mismos negaron en la elección de Calderón y de Peña Nieto.

Protestan ya por cínicos, ya por corruptos. Siguen amachados, pese al repudio de los ciudadanos demostrado en las urnas. A los de corazón sangriento y fuerza corrupta no les importa la presidencia y les vale madre la botarga candidata Xóchitl, a quienes detestan y apenas la soportan. Ya consiguieron lo que querían, sus escaños como senadores Alito y Marko Cortés tendrán otros seis años de grandes sueldos y sobre todo de impunidad.

El gobierno norteamericano ya reconoció el triunfo de Claudia a través de la llamada del presidente Biden. El mundo entero está reconociendo la elección en México como la gran fiesta de democracia en Latinoamérica.

México y su pueblo han demostrado a los grupos fascistas, de ultraderecha, conservadores, de España y de Latinoamérica, a la misma Argentina y la pedofílica iglesia católica, tan poderosa, que sí es posible una democracia para todos, una democracia justa y honesta, donde el pueblo manda, donde los pobres y las mujeres serán la prioridad del gobierno de nuestra Claudia.

Incluso el embajador norteamericano en México ha reconocido que ni en Estados Unidos han tenido tal demostración de democracia.

Más del 60% por ciento de los mexicanos salieron a votar. Se veían las largas filas para ejercer su voto. México, con sus jóvenes, sus adultos y sus ancianos salieron a votar para arrasar con la corrupta oposición, para darle el triunfo contundente a la primera mujer presidenta de México, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.

Lo hicieron sin miedo, sin violencia, sin ese clima de desastre que profetizaban los locutores de Televisa y Teve Azteca. Votaron libremente y con la convicción del país que desean para sus hijos y nietos.

El reto de la Claudia es grande, gobernar un país machista y misógino. Controlar a ese puñado de asesinos y corruptos, de oligarcas, de jueces corruptos, de sacerdotes rapiña, de vendepatrias.

Gobernar para los mexicanos más pobres y gobernar para devolverles el respeto y la dignidad a sus mujeres.

No será fácil, ya se enfrenta a la inversión extranjera, a la desconfianza del Banco Mundial, quienes le tienen miedo por ser una presidenta con legitimidad como nunca ha sido presidente alguno en México. Y en el mundo.

¿Cómo se comportarán las fuerzas armadas, la Marina, la Armada de México y el Ejercito al tener a una comandante en Jefe?

Claudia tiene la gran misión de acabar con la corrupción del Poder Judicial. Resolver la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. De llevar a la cárcel a los corruptos expresidentes. Reorganizar la justicia corrupta que se imparte en México. Mantener la Guardia Nacional.

Claudia contará con un Senado y una Cámara de Diputados que ni el propio López Obrador tenía. Sus más temibles enemigos en los infiltrados en Morena, los expriístas y panistas, que se dicen morenistas. Lidiará con la ambición y soberbia de Marcelo quien la tiene demandada y juró que jamás recibirá órdenes de esa mujer. Con la corrupción y maniqueos de Monreal, pero cuenta con todo un país que se le entregó voluntariamente y con cariño.

De hacer que el cacique y ladrón de Salinas Pliego pague los 66 mil millones de impuestos que debe al SAT.

Claudia tiene frente así el gran reto de que México siga creciendo. De que la pensiones y apoyos a la población, aumenten, se consoliden y sean universales. Y constitucionales.