El gobierno de Villegas jamás ha presentado denuncia contra Aispuro

De un momento a otro, el gobierno de Esteban Villegas -con Esteban en persona-, va a pedir perdón de rodillas y con pañuelo remojado en sus lágrimas a su werito de su alma, José Rosas Aispuro Torres, ex gobernador panista, porque en las auditorías financieras, ni sus ridículas e inoperantes fiscalías, sobre todo la de anticorrupción, se le ha comprobado ningún fraude.
Carpetas abiertas en más de un año de su desgobierno, no han encontrado ningún desfalco que vaya más allá de tres mil o cuatro mil millones de pesos. Los 25 mil millones que se dice que desfalcó, no aparecen ni tampoco la voluntad para encontrarlo.
Va a resultar que el desfalco de 24 mil millones que se sospecha que el werito uñas largas cometió, será un “mito genial” y por lo tanto seguirá gozando de inmunidad eterna para disfrutar de sus desfalcos y transas.
Ya se prepara Esteban para llevarle su serenata de la reconciliación con la canción “perdón dulce amor de mi vida”. En la voz primea de Esteban y con la segunda voz de su primo Lauro.
Desde el primer día del desgobierno de Villegas, al cantante vernáculo no se le vio ninguna voluntad de ir tras las fechorías financieras de su antecesor, máxime que el mismo Villegas Villareal fue cómplice de los desfalcos de Aispuro al aprobarle como diputado las cuentas públicas y presupuestos.
Tras realizar casi 50 auditorías del ejercicio fiscal 2022, último año, año de Hidalgo del sexenio de José Aispuro Torres, la Auditoría Superior de la Federación detectó faltantes “solamente” por 3 mil 900 millones de pesos en varios fondos federales, nada que ver con el rumor de un desfalco y deuda pública, que superaría los 25 mil millones de pesos.
Hasta el fondo del infierno se escuchó las carcajadas del mismo Aispuro ante tales auditorías. Hay denuncias en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la FGR, quien debe realizar las investigaciones y proceder contra los responsables (menos si se llama José y se apellida Aispuro).
Si bien el desfalco se estima por más de 25 mil millones, los 3 mil 900 millones de pesos, significa un fuerte desfalco a las finanzas de un estado de miserias y nulo crecimiento como Durango.
Por doquiera que se mire, hay faltantes en las entregas de recursos en el último año, ora la UJED, ora el magisterio, los empresarios, los municipios, al señor que vendía semillas afuera de la Casa de Gobierno.
Se “perdieron” 500 millones de pesos en participaciones federales, Aispuro queda debiendo 200 millones a Gómez Palacio y más de 300 millones a la Universidad Juárez. Mil millones suman solamente en estas transas. Y los 24 mil millones restantes, ¿dónde andarán?
Pese a estos desfalcos, ya comprobados, el gobierno de Esteban Villegas nunca ha presentado denuncia alguna, por ningún desfalco, por ningún fraude, por ninguna ratería, contra el ex gobernador Aispuro, pese a que al empezar su desgobierno, no había ni papel higiénico para limpiarse al cagar. Aispuro no dejó ni hojas de máquina para hacer uno móndrigo oficio. No hay denuncias, ni estatales ni nacionales contra el panista, cien por ciento priista. 
Lo dicho, no tarda, Esteban en mandarle rosas rojas todos los días para pedirle perdón a su werito del alma.
Todas las denuncias interpuestas fueron contra funcionarios menores, achichincles y mandaderos, pero ninguna denuncia contra el ex gobernador, pese a que existen pruebas sólidas de sus desfalcos.
¿Por qué el gobierno del priísta Villegas jamás denunció a Aispuro?, prefirió endeudar a Durango. Prefirió limosnear ante las puertas del Palacio Nacional. E hincar la rodilla ante AMLO que molestar a su werito.
Esteban no todo lo hizo por amor. No quiere sentar precedente de enjuiciar a un ex gobernador. No quiere dar pauta que al terminar su sexenio, se proceda penalmente contra su desgobierno. 
Esteban tiene miedo. Sabe que su gobierno será igual o más corrupto que los que ha tendido Durango en su historia. Ese es el miedo de Villegas. 
Ante el silencio y la nula trasparencia de este gobierno de Villegas. Ante el silencio e indiferencia de AMLO por Durango, no se sabe a cierta dónde quedaron los 25 mil millones, si una realidad, si es un mito genial. No hay reparación de daños, recuperación de los dineros “extraviados”, pago a los municipios, mucho menos castigo a los defraudadores. 
Seguimos atrapados en un gobierno corrupto, costumbre ancestral en todos los gobiernos anteriores en Durango. 
La única verdad tangible y que la sufrimos a diario, es la jodidez y miseria que nos dejó Aispuro.