PRIAN, modelo fracasado que quiere regresar al poder

Es evidente la falta de nuevos liderazgos en la oposición mexicana. El Revolucionario Institucional lo intentó con la corriente llamada el “nuevo PRI” durante los sexenios panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, ese truco mercadológico duró muy poco porque de nuevo no tenía nada bueno que ofrecer al pueblo de México, cuadros que se emplazaron en gobiernos estatales y que alcanzaron su pináculo en la figura presidencial de Enrique Peña, que significó corrupción absoluta a la vista de todos.
En el PAN, el desprestigio viene de la gestión empresarial y del uso de las posiciones políticas para hacer negocios y entregar los bienes públicos a la iniciativa privada fue una constante en los sexenios blanquiazules, además la violencia y el autoritarismo se dispararon durante el calderonato.
Es imposible pensar en un solo liderazgo prianista que no esté manchado por la corrupción, el tráfico de influencias o que no tenga nexos con la delincuencia organizada: Ricardo Anaya (prófugo) con sus naves industriales, Xóchitl Gálvez con su casa chueca y su tesis plagiada, Francisco García Cabeza de Vaca (prófugo) exgobernador panista de Tamaulipas señalado por tener nexos con el narco, Javier Duarte exgobernador priísta de Veracruz preso por corrupto, mismo caso del César Duarte exgobernador de Chihuahua, los cuadros más jóvenes del PAN ligados a la corrupción del cartel inmobiliario en la Ciudad de México y la lista sigue y sigue.
Muchos de esos cuadros probadamente corruptos encabezan las listas de plurinominales del PRIAN para la elección de 2024 en busca de la impunidad que les garantiza el fuero, el pueblo de México los repudia; van de error en error y en su desesperación y por su falta de prestigio, han optado por llamar a los expresidentes para que critiquen las políticas progresistas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con el viejo y gastado discurso de la amenaza populista, pero cuánta credibilidad puede tener Ernesto Zedillo Ponce de León artífice de una crisis económica de alcance internacional con el llamado error de diciembre de 1994 y también autor del Fobaproa que convirtió la deuda de banqueros y empresarios en deuda pública, misma que los mexicanos seguimos pagando y así será por lo menos hasta 2040.
De igual manera, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, que no pierde oportunidad de despotricar en contra de AMLO y sus políticas, tal vez sería efectivo si la gente no reconociera a Calderón como un corrupto autoritario, fraudulento, represor y violento; el creador de la crisis de seguridad que hundió al país en una guerra sin sentido que nadie ganó.
Rescatan en la oposición a figuras desprestigiadas, sin credibilidad, esos son precisamente a los que el pueblo de México despreció con su voto en 2018 y 2021, la oposición se niega a reinventarse y siguen hurgando en el basurero de la historia y no es que tengan mejores opciones. Fox, Calderón, Zedillo y los demás expresidentes neoliberales representan a la perfección la falta de ideas nuevas, anclados en un modelo fracasado, probadamente injusto y abiertamente rechazado por el pueblo.
La campaña de Xóchitl Gálvez se basa en retomar, con base en calumnias y disparates, el sistema de gobierno de los seis antecesores de AMLO, no hay nada en su proyecto que no hayamos visto fallar por 36 años, así que por más que busquen regresar, México ya los conoce, en el basurero están y ahí se van a quedar.
2024 es el año de la consolidación de la Cuarta Transformación.