La carta electoral del PRIAN-2024: la élite política de siempre, responsable y cómplice del desastre social y económico de Durango

En el transcurso de la semana, el diputado local del PRI, Ricardo López Pescador comentó frente a los medios de comunicación que con su coalición se contará con una alternativa “muy buena y diferente al mal gobierno que tenemos” por lo que sus voceros en Facebook replicaron la nota como lo hacen con los publirreportajes del gobierno estatal y municipal sin contrastar la realidad y mucho menos con ejercicio crítico.

En la burbuja del diputado priísta, Durangolandia estaría mejor sin la 4T. Un Durango que fue rescatado por Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López en el 2022 sin precedente alguno, en el que incluso, el gobernador entrante, Esteban Villegas se puso el chaleco guinda. Después del desastre financiero heredado por Aispuro Torres, la Secretaría de Gobernación fue quién resolvió la crisis económica y a la par, las crisis sociales entre las alas burocráticas de la universidad estatal y el magisterio que ya comenzaban a manifestarse. Curiosamente, ahora en vísperas de Navidad, regresan los fantasmas de la falta de pago a tiempo respecto a las prestaciones decembrinas para los trabajadores estatales.

En Durangolandia, la élite política regional es feliz. El periodismo crítico es casi inexistente salvo honrosas excepciones como Espacio Libre, pero la inmensa mayoría de la prensa están al servicio del poder político regional sin presentar resistencia. Agravios entre la población con casos trágicos como la meningitis, los desfalcos financieros, el aumento de narcomenudeo, los suicidios en ascenso, la falta de empleo y los pésimos servicios públicos son realidades que no empatan con las aspiraciones políticas de la coalición PRI-PAN-PRD en Durango.

De ahí que, a partir de sondeos de Massive Caller, sus posibles candidatos sean políticos inflados como Toño Ochoa, el actual presidente municipal, pero también políticos de la vieja guardia como Gabriela Hernández, Jorge Salum, Arturo Yáñez, Gina Campuzano y hasta el exgobernador José Rosas Aispuro Torres. Es decir, más allá de los agravios y los desfalcos, la carta de presentación de la coalición es la élite política regional de siempre, responsable y cómplice del desastre social y económico de Durango. No hay asignaturas pendientes por resolver, sino la repartición de puestos y seguir hiper lactando del presupuesto público. Sólo por la gracia del Cristo del Calvario no están incluidos Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera, pero faltó poco.

Todo ello es posible porque la coalición del PRI y del PAN posee las estructuras clientelares administrativas más grandes de Durango: el magisterio, los institutos educativos estatales sumado a los trabajadores municipales y estatales, además de contar con fuertes alianzas sindicales y con los intereses creados en el ámbito político local, por lo que rebasarlos por la vía electoral implica un trabajo territorial que Morena Durango no ha realizado. 

Por eso López Pescador piensa que sus rivales políticos locales son igual de mediocres que en el resto del país. Y ese es el espejismo de vivir en Durangolandia, creer que sus adversarios políticos de la 4T en lo local, como Otniel García, José Ramón Enríquez e Iván Gurrola son los mismos que en el resto del país. Algo es real: su maquinaria electoral les permitirá seguir viviendo del presupuesto y con ello, marcando un destino fatal para la ciudadanía duranguense.