A mis muertitos, para el más allá

A que México tan bonito, eternamente enamorado de tus costumbres tan bellas, siendo aquí mismo el cielo y el infierno. Me recuerdas a mi amada, mi cielo, que más quisiera visitarte sin pena ni gloria, que más quisiera verte parada en mi bello hogar, pero te visitaré en unos cuantos años más, ojalá y me esperes mi amada, junto con mi amá y junto a todo mi hermoso pueblo allá en el bello Mictlán.

¡A qué vida la del más allá!, prestándonos a tus diablitos, colores y más. ¡A qué más quisiera todo el año disfrutar de tu hermoso olor a copal! Mimando a mí ancianita querida con la mejor comida que le ha de encantar. Mariposas llegan y mariposas van, esos bellos seres que en toda la tierra han de venir a conmocionar. A qué bello es el calor de acá, pero a veces solo espero sentir el viento sin vida que ustedes traen de allá, bailar y bailar sin más, disfrutar y disfrutar tomando ese sabroso mezcal que a un tío mío le encantaba tomar.

A qué México tan chulo, lleno de prosperidad y cuando un hermano tuyo falta ahí has de estar cuando más lo necesita. No se preocupe nadie que todos podrán entrar, me aseguraré de su foto más colorida y cálida colocar en aquel viejo y hermoso altar. 

Payaso de mi admiración así es como mi viejito querido solía llamar a aquella muerte para no temerle más -Siempre un hermoso Xolo en mi casa ha de estar porque quiero que mis muertitos lleguen con bien al más allá. Mi apá solía gritar cuando este día más cerca podía estar. Te aseguro que bien recompensado serás cuando logres regresar, unos antojitos como un tamalito te han de esperar mi querido carnal. 

Mi México celebrando hasta la más triste soledad, porque así somos, hermanos extasiados con el amor, la valentía y nada más que la familia, porque eso es México, una gran familia que se ha de apoyar, aunque de vez en cuando uno que otro diablito por ahí se ha de escapar al viejo más allá.