El sucesor de AMLO

Estamos a unos días de conocer quién será el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador. Alguien podría decir, falta la confrontación en las urnas contra la derecha mexicana. Siendo buen observador no hay derecha en México, hay un conjunto de capitales unidos para que no se lesionen sus intereses y se hacen llamar Frente Amplio por México y exhiben a un grupo de pseudo personalidades, faltos de ideas, de proyecto, de programa que los mexicanos que votaron en el 2018 por Morena y aliados no los aceptarán.

Pero es más interesante ver hacia dentro de la izquierda quién puede suceder al presidente AMLO.

Lo interesante es que la izquierda formuló una forma de hacer política, donde se eliminan fenómenos como el del ‘tapado’, la ‘cargada’, la ‘antidemocracia’, porque el gran elector era el presidente en turno (dedazo).

Ahora tenemos seis precandidatos que tuvieron que recorrer el país y hacer asambleas con los miles de ciudadanos que acuden a dar su apoyo. Luego se harán las encuestas en empresas que escojan los partidos, los candidatos y toda la ciudadanía.

Este proceso interno quizá no sea el mejor pero es más democrático de lo que se hacía antes. Aquí quien decide es la población.

La prensa neoliberal se publica todos los días, la T.V. y radio emiten sus mensajes también diariamente y sus mensajes tergiversan lo que hace Morena y aliados. Intrigan y deforman y hacen encuestas sin sustento científico. Las encuestas son una herramienta ciertamente científica y arroja resultados veraces, si se le acompaña de insumos veraces.

En casi dos meses que llevan las giras de los morenistas, PT y Verde Ecologista, se pueden haber dado cientos roces y malos entendidos, pero no ha habido choques frontales ni discrepancias de peso. Todos han respetado las reglas que se dieron en el Consejo Nacional y Comité Nacional.

Lo bueno de esta nueva forma de hacer política es que todos los que participan en política, nadie se quedará afuera porque al final todo sumará en favor de la unidad y la movilización.

Los méritos contarán mucho para elegir candidatos a gobernadores, presidentes municipales, diputados, senadores y hasta candidatos a regidores.

Acá nada quedará fuera de la jugada. Todas las izquierdas, todo el poder.

Cuando en renglones anteriores decía que el método implementado por Morena es bueno es porque quienes compiten no quedarán fuera del gobierno, es porque como asentaba antes, todas las corrientes sumarán a favor de Morena y la 4T. Eso significa que cada precandidato sumará sus adeptos y todas las corrientes tendrán parte del poder. Ese es el gran mérito de la democracia interna de Morena.

Nuestros precandidatos tienen grandes méritos porque junto con AMLO echaron a andar la 4T. Y el que gane la elección interna deberá seguir la 4T profundizando y ampliando.

No hay duda que hay grandes cambios en esta sucesión. Así se debe entender este fenómeno. Todos salen ganando si respetan las reglas de Morena.

No hay vuelta de hoja, Morena cada día más fuerte y la 4T más robusta y más consolidada.