Traición en Palacio: Enemigo íntimo a los ojos de Hernán Gómez Bruera

La investigación de Hernán Gómez Bruera a través del libro “Traición en Palacio: El negocio de la justicia en la 4T” es para decirlo breve, un extraordinario trabajo periodístico. Si la Cuarta Transformación insiste en moralizar la vida política del país, es importante que para los cuadros del ejercicio de la administración pública se busquen los perfiles idóneos con base no sólo en la lealtad, sino también en la profesionalización de carrera. 

 

Andrés Manuel López Obrador siempre se ha referido a la mafia del poder como al grupo de intereses creados que abierta y secretamente han operado en su contra prácticamente desde el inicio de su carrera política. Sin embargo, hablar de esa mafia puede ser ambiguo. Lo que hace Gómez Bruera es detallar una parte de esa mafia: el del poder judicial. Y en la primera mitad de ese sexenio esa responsabilidad recayó en Julio Scherer Ibarra como Consejero Jurídico de Presidencia. Pareciera que la herencia moral de Julio Scherer Padre y la labor de su hijo como acompañante leal al movimiento obradorista desde el fraude del 2006 alcanzaba para una tarea de esta magnitud, pero sencillamente fracasó.

 

Hernán Gómez tampoco descubre el agua tibia: Julio Scherer hijo tenía basura guardada desde que fue funcionario en el sexenio de Ernesto Zedillo. Incluso, su señor padre tuvo que interceder por él. No obstante parte de la ceguera de AMLO respecto a la lealtad de sus cercanos a veces es complicado romper. Y la ingenuidad en este tema le cuesta en materia de justicia social tener avances sustanciales en su sexenio. 

 

Si bien es cierto que el poder judicial es el único que no ha querido reformarse a fondo en el sexenio de AMLO, lo que describe Hernán Gómez es que el mismo presidente confió de más en gente como el Ministro Zaldívar y Scherer que apenas hicieron cambios cosméticos en caso del primero y hacer  negocios en el segundo. Scherer Ibarra apostó más a una cuestión de forjarse como el gran empresario de la 4T a partir del tráfico de influencias sin cambiar lo prometido en campaña: barrer las escaleras de arriba hacia abajo.

 

Tal vez lo positivo en esa metáfora es que el que barre sigue siendo Andrés Manuel López Obrador y la escoba bastante deteriorada fue Scherer Junior. Por eso, sabiendo que la política también son formas, la despedida que le hace de Palacio Nacional el 2 de septiembre de 2021 buscó hasta el final respetar la memoria del gran Julio Scherer García y cerrarle las puertas de la Cuarta Transformación con demasiado tacto político. 

 

En síntesis, el libro consta de dos partes: La primera sobre la génesis de Julio Scherer desde que egresó como abogado de la FES Acatlán hasta sus tareas políticas durante la elección presidencial del 2018. Mientras que la segunda parte describe a detalle el modus operandi de la red del ex consejero jurídico entre el esquema del poder judicial y la cuestión litigante, lo que le arrojó ganancias en millones de dólares. 

 

 

 

 

La idea generalizada entre la oposición de que AMLO es omnipresente es uno de los mitos que rompe el libro de Hernán Gómez con una rigurosidad en su metodología de investigación porque nos recuerda los frenos y los intereses creados alrededor del poder judicial desde siempre y que la tarea presidencial es inconmensurable. Delegar labores y encargos es inevitable para cualquier gobierno y para ello se trabaja con lo que se puede, no con lo que se quiere. La formación de cuadros políticos en Morena es tan escasa que al entrar en la administración pública en el 2018, figuras como Santiago Nieto, Carlos Urzúa, Irma Sandoval y Scherer Junior se valieron de credenciales caducadas  para ocupar un encargo en el autodenominado cambio de transformación. 

 

La consigna de “separar al poder político del poder económico” como parte medular de la Cuarta Transformación se estancó con figuras como Scherer Junior. Los despachos jurídicos aliados del exconsejero se dividieron ganancias millonarias. Casos emblemáticos de corrupción como el de Juan Collado, Alonso Ancira, Interjet, Cruz Azul, Oro Negro y Aleatica por citar los más representativos de su manejo aluden a un factor común: cantidades estratosféricas que daban la idea de una labor de extorsión más que resolver los casos.

 

Al mismo tiempo, para Scherer Ibarra era fundamental contar con aliados eficientes, como es el caso de Santiago Nieto. Hernán Gómez señala que a pesar de la investigación no halló precisamente un hilo conductor entre él y Scherer Junior, pero tácitamente describe mecanismos y metodologías que a la par, también le costaron la salida de Palacio Nacional. Su boda extravagante fue el pretexto perfecto para que por decoro se hiciera a un lado de la Cuarta Transformación. 

 

Para concluir, es importante reconocer la investigación periodística de Hernán Gómez Bruera en el sentido de desnudar a Scherer Junior, su modus vivendi y su afición por el dinero. También su modus operandi a través de la red siniestra entre sus despachos y consejeros jurídicos de la administración pública federal, la Unidad de Inteligencia Financiera y al periodismo tradicional que está para maquillar sus fraudes y tratar de legitimarlos mediáticamente

 

La relación entre jueces y magistrados corruptos sumados a juristas hábiles en el ejercicio de la extorsión se suponía que se tenía que combatir en la Cuarta Transformación. Y gracias a Scherer Junior quedó como asignatura pendiente en el sexenio de López Obrador. Ahora, “el Plan C” que busca obtener mayoría en la Cámara de Senadores y en el Congreso de la Unión es una tarea obligada de MORENA en las próximas elecciones presidenciales para realmente sacudir sin pretextos ni intermediarios al poder judicial. El texto periodístico de Gómez Bruera es una llamada de atención a tiempo para la sucesora de AMLO y la ecuación a utilizar en los nombramientos del 2024: Lealtad y credenciales éticas comprobables en el servicio profesional de carrera.