Cabildo de Durango desaparece 7 dependencias

La ciudad de Durango nos pertenece a los ciudadanos. Durango es de sus ciudadanos, ningún gobierno tiene el derecho de destruirlo. No es coto de una gavilla de funcionarios y políticos corruptos y déspotas. No es propiedad particular y no se puede hacer con el Municipio lo que se le da la gana al alcalde José Antonio Ochoa Rodríguez. Que le quede claro a este déspota funcionario, empleado del pueblo duranguense.

Durango es de los duranguenses, no de un mediocre Alcalde elegido -para desgracias- por tres años. Es nuestro empleado y lo podemos y debemos despedir ante su incompetencia y fechorías.

El panista Ochoa Rodríguez. El tan mentado Toñín, sigue en su labor de destructiva de nuestro Municipio, de sus dependencias, de la cultura y del arte. Del patrimonio histórico de nuestra ciudad.

Sigue sin aclarar sus negocios oscuros. Sus contratos inflados poniendo a sus amigotes que trabajan sin cobrar. Se siente dueño del Municipio de Durango y actúa sin rendirle cuentas a nadie y mucho menos a la Constitución y leyes del estado. Ochoa Rodríguez no es dueño de la ciudad por más que su corrupto Cabildo lo apoye y lo santifique.

El Alcalde no tiene derecho legal, ni moral, ni ético, de quitar dependencias, de correr gente, nada más por su capricho y por su ambiciones.

Se destapa la nauseabunda cloaca del gobierno municipal, ya no solamente son sus oscuras rentas de sus camionetas perronas, ya no son los contratos leoninos para artistas en declive de ocho millones, ya no el desprecio por la cultura y el arte. Ochoa se cree y se siente el dictador de Durango. Se siente el dueño absoluto del Durango, al menos opera como tal.

Benditas sean las redes sociales: “A escaso un año de haber tomado posesión como presidente municipal, Antonio Ochoa pretende borrar del mapa siete dependencias, entre ellas el Instituto Municipal del Arte y la Cultura, demostrando con esta acción lo que todos sabíamos: que la cultura jamás le ha interesado. El movimiento de mujeres en Durango, ha denunciado a nivel nacional además, la desaparición del Instituto Municipal de la Mujer”.

“Puso en la subdirección a su amigo Shinoby, quien cobra su quincena puntualmente, pero no se presenta a laborar, ya que según se dice, él se encuentra ayudándole en sus deberes a María José Santiesteban, de infeliz memoria por regalar el presupuesto de pandemia destinado a la ciudadanía, a sus amigos y cómplices y que “supuestamente” corrieron, pero siempre siguió cobrando hasta que el asunto se olvidó y nuevamente se encuentra tomando decisiones en la presidencia municipal.”

Así de claro y contundente es la denuncia en redes sociales, que se han convertido en la conciencia nuestra. Denuncian lo que la prensa chayotera y maiceda no se atreve.

Ya sabíamos de las estupideces del alcalde Ochoa Rodríguez, como aquel paso peatonal para perritos. Ya sabíamos de sus latrocinios y transas. Pero esta acción supera al propio Ochoa, destruir las dependencias municipales sin ningún sustento legal ni técnico. Sin consultar a la ciudadanía. Se le olvida al alcalde Ochoa que fue elegido por los ciudadanos y es un empleado, no es el dueño del Municipio, no es el dueño de Durango.

Su mafia de funcionarios, su ralea de hampones del PAN deben ser denunciados. Deben ser llevados a juicio político. Debe ser destituidos. Hay que pararlos. Cortarle las largas uñas, antes de que vendan el Parque Guadiana. Antes de que nos quiera cobrar por utilizar las bancas de la Plaza de Armas. 

El Municipio de Durango es de todos. De sus ciudadanos. Del Pueblo. No de un déspota y mediocre panista, aunque lo aprueben sus huilos ediles del prostituido Cabildo. Los duranguenses debemos luchar por nuestros derechos. Los duranguenses debemos recuperar nuestra ciudad.

Hay que llevarlo al Congreso, denunciarlo al Gobierno Federal. Hacerlo viral en las redes, no dejemos que nos destruya la desmedida ambición de Ochoa Rodríguez. Maldita sea la hora en que le creyeron a este panista sus promesas. Despierta ya Durango. 

El IMAC, pese a la buena voluntad de su titular, la maestra Vicko, que ahora no se sabe qué función desempeñará, nunca fue autónoma. No ejerció un plan de cultura y arte.

El rumor es que realmente quien controla el IMAC es Lauro Arce, el primo muy “cómodo” del gobernador Esteban Villegas Villareal, quien es el poder tras el trono del ICED y la cultura de Durango.

Este vernáculo cantante, pareja del gobernador, ostenta el puesto de director de espectáculos, de la FENADU, paseo Villas del Oeste y corredor Constitución, con el único mérito, con la única experiencia administrativa y de cultura, de ser pariente muy amado del gobernador. Ser su pareja en la cantada.

El IMAC tardó meses para pagar a la Sociedad de Escritores su participación en el Ricardo Castro, sin Ricardo, sin Castro. Solo sirve de parapeto. 

El IMAC carece de programa editorial. Carece de un plan para fomentar la lectura y apoyar la literatura. Y lo que había quedó en el olvido tras la renuncia de la escritora Liliana Salomón. No apoyar los proyectos y libros de los escritores duranguenses. Desde el principio el IMAC se desligó de cualquier apoyo a jóvenes escritores.

Hoy es puesta en evidencia la corrupción de Ochoa Rodríguez. El favoritismo del presidente municipal, quien pese a no contar con programa editorial, en la pasada feria duranguense que no es duranguense ni por casualidad, se presentó con fanfarrias de Virrey, con la presencia de la directora del IMAC y toda su logística de propaganda y difusión, el libro del historiador, Javier Guerrero, una historia novelada de la vida del minero más rico de la Nueva Vizcaya, el llamado Conde de Zambrano.

Zambrano se llama esta novela, Echaron la casa por la venta. Presentadores traídos desde el exterior, bocadillos de primer mundo. Una disertación interesante. Una investigación solamente para gente de mucho dinero, pese a que el libro fue editado por el Municipio, está fuera del alcance del duranguense promedio.

Cada libro se vende por 400 pesos. Si se supone que es un libro para que los duranguenses nos enteremos de nuestra historia, editado con dineros de los ciudadanos, entonces porqué un precio tan exorbitante, ni el mejor libro de García Márquez alcanza esa cotización.

Con este acto se demuestra que el presidente municipal solamente apoya a sus amigos, que para el edil Ochoa hay ciudadanos de primera y el resto, la chusma, a los que hay que joder.

Se denuncia en redes: “el IMAC carece de un programa editorial, pero en días pasados el Ayuntamiento de Durango presentó con bombo y platillo la novela Zambrano, de Javier Guerrero, en el Museo de la Ciudad, por la cual pagaron por 500 ejemplares, la cantidad de 100 mil pesos, más otros 50 mil que se gastaron en la presentación y en traer desde Coahuila con todos los gastos pagados a uno de los presentadores, así como en los canapés primermundistas que ofrecieron a los “selectos” invitados.

A propósito, en meses pasados Javier Guerrero fue expulsado del Conservatorio para la Cultura Gastronómica Durangueña, por los miembros del mismo, ya que en años pasados lo propusieron para que les hiciera el proyecto de Declaratoria de Gastronomía Duranguense y a pesar de que recibió el pago de 100 mil pesos, se lo apropió y lo vendió a la CANACO, dejando al Conservatorio fuera de la jugada y con un palmo en las narices. Dicho proyecto fue presentado apenas en octubre de 2022, dejando a los del Conservatorio muy disgustados por la traición que recibieron.

Para nadie es un secreto que el hijo de nuestro ilustre historiador, de nombre Sebastián, como premio por andar en la campaña de Toño Ochoa, sin tener ningún título profesional ni ninguna experiencia laboral, es puesto desde el año pasado en el IMAC como coordinador administrativo, sólo que los que lo rodean le hacen todo el trabajo y él solo cobra, y muy bien; también llega y sale a la hora que le da la gana, ostentando que tiene influencias. Por cierto, nadie lo soporta porque es muy déspota.”

La Sociedad de Escritores de Durango, que desde hace más de treinta años defiende y promueve la literatura y a los escritores de Durango, organizadora cada año del encuentro internacional de escritores, ha denunciado las tropelías, en la cultura y en el arte, tanto del ICED como del IMAC, y no se iba a quedar callada ante esta nueva infamia del presidente municipal Antonio Ochoa.

Al mando de su aguerrida presidenta Mima Gardea, con aval y sello de la Sociedad de Escritores, manifiesta a la sociedad en general y al congreso federal y estatal en particular: “La Sociedad de Escritores de Durango (SED), por este medio manifiesta su inconformidad por la desaparición del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC) de Durango, al fusionarlo con otras 6 dependencias que pretenden lleven por nombre Dirección de Desarrollo Humano y Valores, y que agruparán en un solo inmueble.

Consideramos que esta decisión tomada por el presidente municipal Antonio Ochoa, y respaldada por el Cabildo, sin un diagnóstico previo y sin tomar en cuenta la opinión de la ciudadanía ni de la comunidad artística y cultural, afecta gravemente las funciones del mismo, ya que se pretende despedir el más personal que se pueda y los 22 sindicalizados que aquí laboran, serán enviados a otras dependencias municipales, afectando gravemente sus funciones, de por sí muy básicas y con poca interacción con los creadores.

Asimismo, externamos nuestro total desacuerdo en que recintos culturales como el Museo de la Ciudad (el cual pretenden dejar con sólo 3 personas laborando ahí), sean habilitados como oficinas para albergar a estas 7 dependencias, y de ser así, tomaremos medidas drásticas para evitar que nuestro patrimonio cultural sea utilizado con fines ajenos a los que fue habilitado.”

Y concluye con: “ante la situación actual del arte y la cultura en Durango, decidimos en meses pasados plantear al gobernador Esteban Villegas Villarreal, un documento con propuestas fundamentadas en las leyes que nos rigen en el Estado y con base en nuestra trayectoria de treinta y tres años como Sociedad de Escritores de Durango A.C. participando en el desarrollo cultural de nuestra sociedad.

Dicho documento se entregó con fecha 12 de mayo dirigido también al Dip. José Ricardo López Pescador, y Dip. Sandra Lilia Amaya, así como al Director del ICED, Francisco Pérez Meza.

Al respecto, únicamente recibimos una llamada telefónica del Srio. de Gobierno, a nombre del C. Gobernador para recibirnos, lo cual no ha ocurrido a pesar de nuestra insistencia.

Le recordamos al Gobernador Esteban Villegas, al Dip. José Ricardo López Pescador, a la Dip. Sandra Lilia Amaya y al Director del ICED, Francisco Pérez Meza, que la cultura y el arte son derechos humanos, esenciales para la evolución humana.

El menosprecio y la apatía hacia el pueblo, de ninguna manera son la política a que tenemos derecho.

Tristemente percibimos un retroceso en materia de cultura en este periodo de gobierno tanto estatal como municipal: "Un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad"

El estado de derecho es nuestro principal fundamento para exigir la atención que merecemos como ciudadanos, escritores de la SED, Sociedad de Escritores A.C. y como miembros de la UNADU Unión de Artistas Duranguenses.

Continuaremos tomando acciones en distintas instancias para lograr ser atendidos.”

Tras casi un año del desgobierno de Ochoa Rodríguez, que ya es considerado como el peor y más corrupto presidente municipal que hemos tenido, como el más ineficaz y estúpido, superando con creces en ambición y corrupción al gris y mediocre Salum, el tristemente Ratalum, a las locuras  esquizofrenéticas demenciales del doctor Enríquez, al gris gobierno de Esteban Villareal cuando fue presidente municipal. 

La cloaca de corrupción, tráfico de influencias, negocios turbios y oscuros del enchuleador ahora enculeador de Durango, ya alcanzan alturas insostenibles e insoportables.

Durango le pertenece al duranguense, no a una gavilla de bandidos y hampones, comandados por el panista Ochoa y sus huilos del Cabildo. Rescatemos a nuestro querido Durango. Rescatemos el arte y la cultura.