Blinkay sigue robando y burlándose de los duranguenses

En complicidad con el gobierno de José Antonio Ochoa

Local 29 de mayo de 2023 Espacio Libre México

web blinkay

El espíritu recaudatorio que incurre en acciones de corte delictivo por parte de la empresa Blinkay,  concesionaria de los estacionómetros, en contubernio con el gobierno municipal de José Antonio Ochoa Rodríguez, quedó al descubierto una vez más al incumplir con la aplicación de los diez minutos de tolerancia a que fue obligada a otorgas después de las múltiples denuncias ciudadanas y dadas a conocer a través de Espacio Libre, así como la serie de irregularidades en que han incurrido la autoridad y la concesionaria.

 

La empresa está empeñada en esquilmar a los usuarios que hacen uso de los cajones virtuales de estacionamiento en abierta complicidad con el gobierno de Ochoa, quien sospechosamente solapa y es parte de los ilícitos, entre ellos las multas indiscriminadas que están aplicando al no respetar la tolerancia de diez minutos con el pretexto de que “sólo se aplica en un solo uso al día, después es multa”.

 

Esta argucia rompe y aniquila el espíritu que se pretende con la tolerancia que es el de dar un lapso razonable a los usuarios sin aplicación en sus móviles y que tienen qué buscar un sitio para la compra de tiempo del parquímetro virtual y que en ocasiones tienen que caminar varias cuadras para encontrar uno de los limitados establecimientos autorizados.

 

Después de la denuncia hecha por Espacio Libre de que sólo en la ciudad de Durango Blinkay aplicaba únicamente cinco minutos de tolerancia y en el resto de municipios del país en donde ofrecen el servicio es de diez, la empresa se vio obligada a ampliar dicho tiempo, tal como existía con el concesionario anterior que era Parkimovil.

 

No obstante, ahora -en contubernio con los agentes del Departamento de Estacionómetros- no respetan de manera generalizada los diez minutos de tolerancia y de manera abusiva están aplicando multas.

 

Espacio Libre ha denunciado que la empresa trasnacional Blinkay contratada por el gobierno municipal de José Antonio Ochoa Rodríguez para el usufructo de la concesión del servicio de estacionómetros está actuando con voracidad y lucro que constituyen un fraude en contra de los duranguenses que se ven obligados a utilizar alguno de los mil 516 cajones de estacionamiento público habilitados en el centro de la ciudad.

 

Con una actitud desafiante, la empresa impone sus criterios por encima del Gobierno Municipal y pasa por alto que se trata de un servicio público y no un negocio con fin de lucro.

 

Desafía además al propio Cabildo en pleno en donde se ha tocado el caso de los abusos de Blinkay y desde donde incluso se le fijó un ultimátum para que los corrigiera, de lo contrario se le cancelaría la concesión del servicio.

 

La multa por omitir el pago del estacionómetro es de 3.5 UMA (Unidad de Medida y Actualización), es decir, 363.09 pesos.

 

Esta situación advierte una voracidad sin límite por parte de Blinkay en donde impone un espíritu y afán recaudatorio sin miramiento alguno, solapado por el gobierno del alcalde Ochoa Rodríguez quien permite este tipo de conductas abusivas.

 

Se evidencia con este modus operandi que la única intención en la prestación del servicio es estrictamente recaudatoria y no de regulación del mismo para generar la movilidad necesaria en los espacios, como es el espíritu y naturaleza de este servicio en su origen.

 

Este afán recaudatorio se ve expresado en los 12 millones de pesos que el Gobierno Municipal de Ochoa plasmó en la Ley de Ingresos para captar por el servicio de estacionómetros durante este año de 2023, es decir, 4.5 millones de pesos más que en 2022 cuando se proyectaron ingresos por este concepto del orden de los 7.5 millones.

 

Cabe recordar que además de lo anterior, el gobierno de Ochoa Rodríguez asestó un golpe a la economía de los automovilistas al incrementar en un 66% el costo del servicio de parquímetros, al pasar de 3 a 5 pesos la hora, demostrando así la voraz política recaudatoria que ha distinguido a su incipiente administración.

 

Así se encuentra el alcalde Ochoa Rodríguez, sospechosamente sometido a los intereses, abusos y actuación sin freno ni límite de sus concesionarios de servicios públicos como Blinkay.

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